Para ser bella no hay que ver las estrellas, hay que ver rayos y centellas

... Y así ella caminó nerviosamente hasta entrar a un salón donde la recibió un vapor químico asfixiante. Docenas de hojas afiladas, cera caliente y algunos instrumentos que al primer contacto con la piel dejarían quemaduras irreversibles. Estaba feliz, al fin podría relajarse en la peluquería.

Vivimos en un país famoso por sus mujeres bellas así que es normal que existan cosas como las macro-peluquerías donde por bajo precio puedes salir directo a hacer mercado con apariencia de diva por el equivalente a unos 10 dólares.

Y no es como que verse bien se consigue a punta de masajitos y pasarse cositas suavecitas por la cara. Nooooooo, el dicho de que para ser bella hay que ver las estrellas se queda frío, hay que ver rayos, centellas y buena parte de tus antepasados si de verdad quieres quedar despampanante.

Y no hablo de esa "belleza natural" que todas tenemos y en la que creo, sino de la belleza pop maquillada y con tacones altos.

Olvídense de las cuñas de Dove y piensen en Pantene, denle la espalda a National Geographic y saluden a Maxim, ignoren las cómodas chancletitas hippies y pónganse unos Stilettos de 15 centímetros, o mejor aun, unas botas ballet (foto) las cuales te harían ver altísima, de no ser por el hecho de que no te vas a poder parar. Puntos extra por enviarle al mundo un kinky mensaje de "soy masoquista".

Y hablando de masoquismo, lo más frito del asunto es que muchas no vemos todo esto como un sacrificio sino que nos gusta, de verdad nos gusta (bueno, habrá excepciones). Por ejemplo, a mí me encantan los zapatos altos; y procuro usarlos cuando sé que voy a caminar poco; sin embargo, he llegado a confirmar que el siguiente gráfico es muy cierto:

Claro que no todo el dolor nos acompaña el día completo, hay algunos cuidados de belleza que causan un malestar inmediato pero afortunadamente breve. Para los que nunca lo han hecho, piensen en la depilación con cera como en quitarse rápido una curita gigante. Ahora recuerden el siguiente clip de la famosa escena de Virgen a los 40 donde el protagonista se depila con cera:

Continuando con los gráficos, los tratamientos de belleza tienen generalmente dos de tres atributos: dolorosos, lentos y caros. Pueden ser rápidos, pero dolerán y costarán; baratos pero tomará tiempo y no se sentirá nada bien; o indoloros pero costosos y lentos.

A veces cuando vemos cosas que hacen por la belleza en otras culturas nos parece extraño, por ejemplo, las tailandesas que se ponen los aros en el cuello...

Las conocidas Geishas japonesas con sus trajes de seda y piel pintada de blanco que saben hacer de todo...O las chinas a las que les atrofian los pies para que sean chiquititos...
Supongo que nosotros estamos mucho más cuerdos...

Sip... muchísmo más cuerdos, qué alivio; no me gustaría sentir que tenemos una imagen de la belleza distorsionada... Ahora, si me disculpan voy a plancharme el pelo y de repente me pongo unas uñas de acrílico.

Y que ni se me ocurra esta noche perderme el Miss Venezuela (y a ustedes tampoco)...